Trufas veganas

Chicas, he decidido cuidar un poco más mi alimentación y, aunque no me voy a volver loca, sí que quiero empezar a mirar más lo que como. Y para ello he analizado aquellos momentos del día en los que como peor por un motivo u otro y esos son los momentos entre comidas: el tentempié de media mañana y la merienda, aunque también el momento después de la comida. Y es que en esos momentos el cuerpo normalmente me pide algo dulce y, o bien cae chocolate (lo confieso, soy adicta) o bien cualquier producto con grasas hidrogenadas, con cuarenta mil E-000 y con otras historias para al final quedarme con la sensación de que no comí lo correcto.

Y precisamente para sucumbir a esos momentos pero de manera saludable estoy indagando tentempiés sanos, ricos, dulces o salados, pero de los buenos ;-)

Ese es precisamente el ingrediente esencial de estas trufas: son muy sanas y energéticas, ideales para tomar a media mañana o media tarde y que se nos quite ese gusanillo hasta la siguiente comida.

Se preparan en un momento y, ¡con sólo dos ingredientes! no os las perdáis porque repetiréis.

Los ingredientes que necesitáis son:

- Nueces.

- Dátiles.

- Algo para rebozar la trufa, que es opcional (coco rallado, cacao o, como en mi caso, harina de algarroba). 

A mí me han salido 9 trufas y he empleado 8 dátiles y 6 nueces completas (12 mitades).

Lo primero es ponerlos en remojo en recipientes separados, tanto los dátiles como las nueces. Así las dejamos desde la víspera o dos horas antes, para hidratarlos.

Transcurrido ese tiempo escurrimos las nueces. Y a los dátiles les quitamos el hueso, aunque no tiramos el agua del remojo por si nos hace falta en caso de que las trufas queden demasiado secas y haya que suavizarlas con un poco de dicha agua.

Lo ponemos todo en un robot picador, los dátiles y las nueces.

Ahora ya es cuestión de picarlo todo bien, más o menos grueso, según nos guste.

Yo las he dejado con esta textura y, no he necesitado añadir agua.

Ahora, para rebozar las trufas yo he empleado harina de algarroba, se compra en casi todos los herbolarios pero AQUÍ también os dije cómo podías hacerla de manera casera, de hecho, yo he empleado la que hago yo.

Nos mojamos las manos antes de hacer las trufas para que no se nos peguen y listo, es cuestión de ir cogiendo porciones de la mezcla resultante y hacer bolitas. 

Luego pasamos las bolas por la harina de algarroba, por coco rallado, por cacao... en fin, por lo que más os guste.

Con las proporciones que os he dado quedan bastante dulces, si queréis que salgan menos dulces es cuestión de añadir más nuez y menos dátil. En mi casa han gustado mucho.

Ya veis que es un tentempié sano, energético y nutritivo, ideal para quitar el hambre entre horas para aguantar hasta la siguiente comida.

Os mando una sonrisa.

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