Sí, quiero

No, tranquilas, no me caso, pero ya sabéis que cuando las emociones me desbordan o los sentimientos se acumulan revoloteando a mi alrededor tiendo a escribir sobre ellos y en más de una ocasión los he compartido con vosotras. 

En esta línea, el otro día, ordenando papeles por casa, encontré un escrito que redacté para un concurso de cartas de amor. La verdad es que me gustó releerlo y hoy os lo quiero compartir (super ñoño, ya os lo advierto ;-) ).

En la vida existen momentos que se catalogan de únicos e inolvidables; el primer beso, el nacimiento de un hijo, el "sí, quiero".

Y es que "todo empieza con un sí, quiero", al gran amor, al compromiso, a un camino juntos... nuestra vida es fruto de los sí quiero familiares, nuestros abuelos, nuestros padres... y nosotros, sin ellos no estaríamos aquí.

Hacer que ese momento se perpetúe en nuestra memoria como símbolo de la importante decisión que en él se toma creo que es algo que todas deseamos. Quizá, en ese sentido, las chicas seamos más soñadoras y ya desde jovencitas imaginamos cómo será ese gran amor y cómo nos sorprenderá. Improvisar esa alegría o congelar ese momento sería inútil. Las emociones, las imágenes y el cúmulo de sensaciones acarreadas tras años de espera, a buen seguro colapsan nuestros sentidos. Y eso debe ser lo bonito de un momento así.

Personalmente, me considero muy impresionable en lo que a sentimientos se refiere y, cuando veo, escucho o me cuentan de una pedida, siempre me parece la más bonita y romántica del mundo, porque entreveo la emoción que hay puesta. Por ello, si tuviera que decidir cuál es mi pedida de mano perfecta lo tendría difícil. Un "lip dance" en plan casero, con amigos o familiares de compinches sería muy bonito, al poder compartir con los más allegados un momento de alegría tan grande como ese; por otra parte, buscar un lugar especial, crear el ambiente y pedirlo, lo veo de lo más romántico; también los he visto que montan en globo, en avión o que dentro de estos hacen partícipes de tan especial acontecimiento al resto del pasaje (si es por no olvidar... ese seguro que no se olvida); un viaje, una ciudad, un monumento...

No sé cómo será mi pedida (si es que llega algún día) aunque, a decir verdad, no quiero pensar en ello demasiado, no me gustaría adivinarla, prefiero sorprenderme de verdad, de corazón. Por ello, sólo sueño con mi amor en una imagen congelada en mi mente del día en que nos conocimos. 

Ese mismo lugar, años después y... con una petición de por medio ¿por qué no? Al fin y al cabo "todo empieza con un sí, quiero".

Si estáis pensando que este post habría estado mejor para San Valentín, os recuerdo algo que también se suele oír ese día, eso de que, San Valentín, debe ser todos los días, así que, ¿por qué no hoy?

¡Feliz día!

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