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martes, 7 de enero de 2014

Mermelada de caquis

Los caquis, en sus múltiples variedades, son una fruta rica en vitamina A y C, en potasio y en azúcares. Un excelente antioxidante natural que no debe faltar en el frutero del otoño-invierno.

En mi casa nunca falta, entre otras cosas porque en el huerto tenemos un árbol que tendrá alrededor de 40 años y que siempre es puntual a su cita en otoño.
Precisamente porque recogemos cierta cantidad, a pesar de que regalamos a familiares, amigos y conocidos, muchas veces se hace preciso prepararlos de otro modo para cambiarle la presentación.


Es por ello por lo que el otro día hice mermelada de caquis, que hoy os presento aquí.


Estos son algunos de los caquis que he empleado, no sé si todos tienen estas motitas, creo que es algo característico, aunque como estos son ecológicos puede que tengan más de lo habitual.

Bueno, vamos allá con los preparativos.


Empezamos hirviendo durante unos 5 minutos los recipientes en los que luego tengamos pensado echar la mermelada, esto lo hacemos para matar posibles gérmenes. Una vez hervidos los reservamos.


Ahora lo que debemos hacer es pelar los caquis y trocearlos (si veis que algunos son más enteros no penséis que aún no están maduros, sino que los he tratado con brandy para que cojan la textura de la variedad Persimon).

A continuación los ponemos en una olla.

Los pesamos y les añadimos la mitad de su peso en azúcar (tened cuidado de descontar el peso del recipiente).
Mezclamos  todo bien y lo dejamos calentar.
Cuando haya hervido unos minutos lo trituramos con la batidora al gusto, según queráis más o menos tropezones.
Como veis, con el calor y el azúcar han perdido un poco su color, aunque aún así guardan un bonito color anaranjado.


En cuanto los hayamos triturados, y siempre en caliente, los introducimos en los botes que teníamos recién hervidos. Cerramos bien y los colocamos boca abajo para que hagan el vacío. Los dejamos así hasta que se enfríen. Recordad que debe hacerse con la mermelada muy caliente, si no no lograremos el vacío. Aún así, si no estáis convencidos, podéis ponerlos al baño maría durante unos 10 minutos y así os aseguraréis de que han hecho el vacío. Si lo hemos hecho bien, al abrir los botes oiremos un ligero "click", eso nos confirmará que la conserva está bien hecha.


Bueno, espero que os haya gustado la receta y si tenéis un excedente de caquis o simplemente por gusto, la hagáis. Y ahora... ¡a merendar! ¿quién se apunta?


¡Feliz día!


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